En mayo del 2019, fui invitado a hacer una sanación en el estado de Aguascalientes. Durante la presentación del lugar, así como en el recorrido del mismo, habían árboles que no daban frutos y tuve unas videncias de hechos acaecidos en el pasado.
Al término del recorrido, vi la aparición de la Virgen de la Esperanza. Dándoles a las personas que estaban junto a mí, un mensaje.
Poco tiempo después se produjo el milagro de las cosechas y los árboles florecieron en abundancia.
El día 20 de septiembre del 2020, estando con unas amistades, vi entre medio un ser que me empezó hablar, en ese momento les pregunté quién es Gustavo? Al contestarme me dijeron que no recordaban ese nombre.
En ese preciso instante ese ser me dijo: soy Gus. Así que una de esas personas recordó que era un amigo que estudiaba con ella en la facultad. Lamentablemente murió.
Fue entonces cuando le di un mensaje por voluntad de Gustavo, que le pidió a Erika que fuera a la iglesia hacerle una ofrenda floral de rosas rojas a los pies de la Virgen de la Inmaculada Concepción.
Al día siguiente fuimos a la iglesia, situada en el casco antiguo del corazón de la Ciudad de México. Al llegar nos quedamos impresionados, por qué la iglesia era tal y como la describí. El único inconveniente que había era hacer llegar las flores a la Virgen ya que el altar se encontraba a varios metros de altura. Se creó cierta frustración, pero los tiempos de Dios son perfectos y en ese instante apareció el Sacristán de la Iglesia, le entregamos las flores y se alegró muchísimo diciéndonos: que bueno mi Virgencita tendrá hoy sus flores…
Erika dijo: qué pena da que no se cumpla lo que me dijiste, el dejarle las flores a los pies de la Virgen.
En ese preciso instante, el Sacristán agarró unas escaleras y se lo subió a los pies de la Virgen, cumpliendo así la profecía.
Estando entre las banquetas de la Iglesia, vi pasar a nuestro alrededor a Gus, él fue hacia los brazos de la Virgen y ascendió hacia ella.
En esta foto se ve a la Virgen de la Inmaculada de la Concepción antes de ver a Gus.
Durante estos años de sanación, he tenido en varias ocasiones situaciones complejas en el transcurso de la sanación:
Como por ejemplo personas que de repente se le manifiestan entidades que cohabitan dentro de ellas y están poseídas.
Estos sucesos han tenido lugar en diferentes ciudades como Barcelona, España y en especial en México como Ciudad de México, Querétaro, Aguascalientes, San Miguel Allende y por último en dos ocasiones en la Ciudad de Monterrey, donde les hago llegar el testimonio de Isidro.
En la noche de septiembre del 2021, en la ciudad de México, hice una limpia en una casa que tenía muchas entidades que molestaban al propietario. Antes de que llegara a la casa, la luz en diversas zonas saltaba y se quedaba a oscuras, es decir, al parecer esas entidades no querían que fuese.
Una vez terminada la limpieza, en toda la casa había luz, menos en una parte de la cocina. De hecho, el propietario cambió varias veces las bombillas, además un electricista amigo suyo había revisado varias veces la instalación.
Le comenté, que esa parte de la cocina carecía de luz, porque las entidades, buscaban lugares donde esconderse, además que allí hacía más frío de lo habitual.
Después de la limpieza volvió la luz.
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